miércoles, 2 de agosto de 2017

OBRA DE TEATRO: EL RETRASO: UN EMBARAZO ADOLESCENTE

Por: Jorge Arturo Abello Gual

Una pareja enamorada tiene que enfrentar muy temprano una de las pruebas más duras para la juventud, y es el difícil reto de ser padres. Los dos jóvenes tenían 4 meses de tener una relación sentimental. Todo el problema inició en una fiesta en que todo salía muy bien, la música, el ambiente, la luna (ay la luna), hasta que llegó la hora peligrosa: 11:30 p.m.; todo estaba dado, y ocurrió lo predecible: surge aquella propuesta indecente, no importa de quién (porque como dicen por ahí: el diablo es puerco),
Se comienza con insinuaciones generales y abstractas: ¿Vamos?
Obviamente si la pareja no se encuentra en sintonía pregunta extrañada: ¿Para donde?
Y la otra insiste: ¿Vamos?
 Pero es temprano ¿se te dañó el reloj? Yo no quiero ir a mi casa.
 Y así se da una posible salida al problema: No, no vamos a tu casa… y guiña el ojo.
Y aún así si la pareja no entiende reclama: ¿Qué te pasa? No te entiendo definitivamente… hoy te comportas muy extraño.
 El proponente muestra ya signos de desespero y suspira mirando hacia el cielo…. (así surge la reflexión: si se habla claro se entiende mejor o si no se presta atención nunca se va a entender un mensaje.)

Luego de esa lunática noche, se presenta otra situación muy confusa la chica le expresa una frase tan abstracta y sin rodeos a su novio

Laura: Jose…. Tengo un retraso
Jose: Si yo lo presentía
Laura: ¿De verdad? Pero… ¿cómo?
Jose: Si cuando te conocí creía que eras normal, pero poco a poco me he dado cuenta de que en verdad tienes problemas.
Laura: Pues si en verdad es un gran problema.
Jose:  Si debe serlo, ¿cómo haces para ocultar un retraso? tus padres debieron esforzarte mucho para ocultarlo de las demás personas y tu neurólogo debe de ser muy bueno, pues de no conocerte tanto, te aseguro que no me hubiese dado cuenta….
Laura: Jose… ¿Qué te pasa? Yo no soy retrasada mental, tú eres el que a veces pareces un idiota, un demente…
Jose: A ver Laura… sin insultos o no vamos a ir a ningún lado. Yo pensé que me estabas haciendo la confesión de tu vida y la explicación de por qué a veces parece que no entendieras nada de la vida. Rayos ahora me doy cuenta que es algo de género, pues mi hermana también tiene ese mismo problema, siempre le he dicho a mis papás que la lleven a un psiquiatra.
Laura: ¡Ay José ya¡ ese siempre es el mismo problema contigo, siempre haces las cosas más difíciles. Los hombres son unos idiotas definitivamente.
Jose: Esta bien… esta bien, ¿para donde tienes que ir que estas retrasada?
Laura: Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy ¡definitivamente eres un idiota¡ no tienes materia gris en ese cerebro, es negro como un vacío oscuro. Estoy tratando de decirte que este mes no me ha llegado la regla. ¡Todo te lo tengo que dibujar con plastilina¡
Jose: Pero ¿cuál regla? Si eso no es un problema yo te presto mi escuadra.
Laura: (se pone la mano en la frente y mira desconsolada al cielo) Dios mío…. Dame fuerzas para no matarlo. ¡Mira pedazo de animal¡ lo que te quiero decir es que creo o más bien, … bueno estoy casi segura de que estoy embarazada.
Jose:  Ahhh (Jose no ha comprendido todavía pero luego de cinco segundos reacciona) ¡Ay mamá¡ ¿Laura pero qué estás diciendo? Ahora si te volviste loca, tienes que ir al psiquiatra, ¿cómo así que estás embarazada?
Laura: No estoy loca José, estoy embarazada.
Jose: Y me lo dices así sin más ni más, ¿tan tranquila y con ese cinismo? Laura la cosa es grave, ¿Qué vamos a hacer? Esto es una locura, tengo 17 años y no he terminado el colegio ni siquiera.
Laura: Y yo qué… ¿Acaso soy profesional?, estoy en tu mismo curso pedazo de animal… pero buena pregunta ¿Qué vamos a hacer?

Los dos muchachos piensan mucho en sus problemas, decidieron confirmar el hecho y esperar un poco más a ver si el milagro se daba, pero luego de un retraso de un mes las cosas estaban confirmadas, incluso Laura se hizo una prueba de embarazo, los dos ahorraron de sus meriendas para comprarla. Jose perdió 4 exámenes seguidos, estudiaba mucho pero durante el examen  lo desconcentraba la idea de ser padre. Y Laura no dormía casi con la preocupación, Y Jose viéndola con esas ojeras le dijo: definitivamente estás embarazada (José siempre tan oportuno y alentador), Laura lloró y lloró durante dos horas, pero fue así como el cansancio del llanto la hizo dormir profundamente. Hasta que un día Laura habló con Jose

Laura: Jose, necesito que me acompañes, quiero contarles a mis padres
José: ¿Qué cosa? Y tragó en seco.
Laura: Bobo… lo de mi embarazo no se cuando se me vaya a notar y no quiero seguir sola en esto.
Jose: Pero… ¿por que ahora? No estás sola me tienes a mí.
Laura: ¡Gran ayuda¡ tu no me dices nada, lo único que me dijiste fue que con mis ojeras tenía cara de mujer embarazada.
Jose: yo no dije eso, eso no lo dije yo estoy seguro.
Laura: Si pero te entendí perfectamente, Jose necesito que me acompañes, necesito decirles a mis padres.
Jose: Pero,… porque no esperamos un poco más, tal vez esto es un error y la escuadra te vuelve a llegar.
Laura: Jose ya me hice la prueba y tú estabas presente, salió positiva. Y no es escuadra sino regla, la regla jose, que no me va a volver a llegar sino después de 9 meses.
Jose: Pero Laura porque no esperamos hasta que nazca el niño y le decimos?
Laura: Jose…. ¿Llegaste tarde a la repartición de cerebros? Cómo se te ocurre que cuando nazca el niño, en meses voy a tener una enorme barriga que no se podrá ocultar de ninguna vista y todo el mundo me va a sentenciar a muerte, prefiero decirles ahora y sin barriga.
Jose: Si Laura yo se, solo bromeaba, tienes razón, lo que pasa es que no es fácil afrontar esto, tú crees que me causa mucha gracia sentarme enfrente de tu padre y decirle: señor tengo una noticia que lo pondrá a temblar: va a ser abuelo. Y mientras yo le digo, el se va imaginar lo que los dos hicimos para tener un hijo, y me va a querer ahorcar. Y lo que es peor, irá a mi casa y le dirá a mis papás y mi papá me va a deshollejar vivo y…..
Laura: Jose ¡ya basta¡ se muy bien todo eso, ¿crees que he podido dormir pensando en qué nos va a pasar y que nos van a hacer? Si entiendo que tienes miedo, como yo. Pero ya no tenemos otra alternativa, hay que afrontar lo que hicimos y entre más pronto mejor, creo que pensar en lo que nos van a hacer es una tortura mucho más fuerte que ser madre a esta edad.
Jose: si tienes razón, pero déjame prepararme psicológicamente para todo esto. Salgamos el sábado, estamos juntos nos tranquilizamos, y el domingo después de que tu y tus papás regresen de misa, hablamos con ellos, con eso espero que tu papá no me mate tan rápido.

Y así fue, el plan se llevo a cabo milimétricamente, el sábado la pareja pasó todo el día juntos, y el domingo Jose escondido en un árbol de al frente de la casa de Laura esperaba impaciente que sus futuros suegros regresaran de la misa. Pero ese día algo infortunado ocurrió, el automóvil del padre de Laura sufrió una espichada o lo que es lo mismo se le pinchó una llanta luego de que salieran de misa. Así que este suceso infortunado hizo que el genio del padre de Laura el señor Martín estuviera bastante mal.

Jose esperaba impaciente en su árbol.  Pasó una hora adicional, la espera y los nervios hicieron que la vejiga urinaria de Jose le exigiera a este que vaciara todo su contenido. Jose se retorcía, iba de un lado a otro pero nada podía hacer al respecto; la necesidad fisiológica exigía una solución urgente. Así que decidió regar con su orina el árbol que le había servido de escondite durante más de una hora. Mientras Jose expulsaba todo cargamento líquido llegaron los padres y Laura en el automóvil, que se percataron de que había alguien orinando en la acera del frente, la madre (Nubia) dijo: ¿Qué desvergonzado? Es un exhibicionista, Martín has algo. El señor Martín observó bien y dijo: Laura… ¿ese no es tu novio? Laura vio la figura inconfundible del futuro padre de su hijo y asintió diciéndose así misma: Jose no podías ser más inoportuno, ay dios mío ¿de todos los hombres del mundo por qué me tocó este bruto?

Jose se percató de que lo estaban observando y trató de acelerar la evacuación de líquidos, pero lo único que logró fue salpicarse aún más los zapatos de orín. Así entonces, recapitulemos la situación, el padre de Laura estaba enojado porque le tocó cambiar una llanta luego de la misa; la mamá de Laura (Nubia) estaba indignada porque Jose estaba orinando en la vía pública sin ninguna vergüenza, y Jose tenía los zapatos y parte de sus pantalones salpicados de orina, lo cual iniciaba a notarse en el aroma que emitían sus zapatos.

Laura: Papá, mamá José y yo tenemos que hablar con ustedes un asuntillo.
Jose: buenas tardes señora Nubia. Buenas tardes señor Martín (y les ofreció la mano)
Nubia: Muchacho sería mejor que entraras y te lavaras las manos primero.
Cuando ya se encontraban a dentro de la casa, Jose saludó cordialmente ahora sí a don Martín y doña Nubia. Doña Nubia trajo unos refrescos y galletas para todos.
Nubia: Muchacho no es bueno que orines en la vía pública algún policía te puede hacer pasar un mal rato.
Martín: No solo la policía, si no te hubiese reconocido te hubiese gritado un par de cosas, pero no solo eso, solo me imagino la cara de los vecinos del frente si te hubiesen visto orinado su árbol, y solo me imagino la cara que pondrán cuando coloquen el bote de basura al lado del árbol y huelan el regalito que les dejaste.  jaja jaja ja
Nubia: Martín por favor
Martín: Nubia, esta situación me ha hecho muy feliz, ya hasta se me olvido que me tocó cambiar la llanta del automóvil, j aja ja
Jose: (le dijo en secreto a Laura) Definitivamente no han salido muy bien las cosas.
Laura: (Laura le respondió en secreto) Tus zapatos huelen inmundo
Martín: Nubia, aquí también huele a orines
Nubia: Andale sí, muchacho tienes los zapatos mojados de orina.
Jose: Ay carajo¡ lo siento mucho señora
Marianita la hermanita menor de Laura al ver las galletas se encontraba también en la sala y dijo:
Marianita: Saquen a este zorrillo de aquí
Nubia: ¡Mariana¡
Marianita: ¡Qué puerco¡ No tiene puntería
Nubia: ¡Mariana¡
Matín: si tiene razón
Nubia: Martín silencio. Mariana a tu cuarto. Muchacho quítate los zapatos y déjalos afuera.
La orden fue cumplida por todos los presentes. Pero cuando volvió José a la sala sin zapatos otro olor se alborotó: la pecueca
Martín: Ay Dios mío que castigo divino
Nubia: Martín silencio
Martín: Nubia no se sabe que olor era peor.
Nubia: Laura…. ve y busca un polvo para los pies y dáselo a este muchacho.
Laura indignada por su novio fue a buscarle un polvo para los pies, mientras que Martín se iba para la cocina para evadir ese olor infernal.
Laura: Mamá no encuentro el polvo
Martín: ¡Qué desgracia¡ porque todo hoy
Nubia: Martín por favor,… está en el baño nena apúrate, antes de que no podamos sacar este olor de aquí
Al fin Jose se aplicó el polvo en sus pies, y luego de unos segundos el olor quedó disipado en el ambiente.
Marianita: Que zorrillo pecuecudo
Laura: Mariana cállate
Nubia: Mariana a tu cuarto
Martín: Bueno, ya que podemos respirar otra vez dígame ¿Qué nos quería decir? O mejor de qué nos querían hablar ustedes dos?
Jose: Bueno don Martín…
Marianita: zorrillo pecuecudo
Nubia: Mariana a tu cuarto
Jose: Don Martín lo que ocurre es queeeeeeee, no sabría como comenzar….
Martín: Por el comienzo muchacho, por el comienzo.
Jose: Es que es muy difícil, usted sabe yo soy el novio de su hija…
Martín: Pues sí eso lo sabemos
Nubia: Martín qué son esos modales, anda hijo continúa
Laura: ¡Ay ya¡ mamá papá estoy embarazada, y Jose es el papá.
Nubia: ¡Ay Dios mío¡ me va dar algo
Martín: eres un desvergonzado, un degenerado cómo te atreves a venir aquí
Marianita: zorrillo pecuecudo degenerado
Martín: Mariana a tu cuarto…. Nubia mija te sientes bien. Laura cómo das esta noticia así sin anestesia tu sabes que tu mamá es muy sensible.
Nubia: Ay Dios mío, no NO NO no puede ser, mi hija madre soltera.
Jose: Señora yo voy a responder
Nubia: tu te callas zorrillo apestoso
Laura: Mamá
Marianita: zorrillo pecuecudo degenerado y apestoso
Martín y Nubia en coro: Mariana a tu cuarto
Martín: sabía que esa pinchada de llanta significaba algo malo, nunca se me había pinchado una llanta en misa, Dios mío. Nubia háblame responde, ¿estás bien?
Nubia: Si Martín creo que ya lo supere. Bueno y ustedes no son consientes de las cosas, qué estaban pensando cuando hicieron…. Ya ustedes saben qué hicieron
Marianita: ¿Yo quiero saber que hicieron, donde y cómo?
Martín y Nubia: Mariana a tu cuarto.
Nubia: Martín ¿cómo la niña sabe tanto de esas cosas?
Martín: Yo qué voy a saber, tu eres la mamá, y no es una sino las dos, ya Laura esta embarazada, y donde aprendió todo eso?
Laura: papá… ya esta bueno. Yo aprendí por mi propia cuenta, pero ya no es hora de eso.
Martín: se nota que aprendiste por tu propia cuenta.
Nubia: Ya Martín, ya no sirve que hablemos de ese tema.
Marianita: Yo si quiero hablar de eso
Martín: qué también estas embarazada, Dios mío yo tuve que haber matado en otra vida a una monja.
Nubia: Martín compórtate. Si Mariana después de que acabemos esta conversación hablamos, pero ahora ve a tu cuarto. Martín cómo se te ocurre que Mariana esté embarazada apenas tiene 13 años y además no tiene novio.
Martín: Pues el cura habló de un espíritu santo que hizo concebir a la Virgen María y después de la pinchada en la misa, todo puede ser posible.
Nubia: Martín no seas estúpido.
Laura: definitivamente todos los hombres son iguales.
Martín: Mira jovencita cuidado con el respetico, Nubia no me digas así, mira lo que ocasionas.
Nubia: Ya Martín, ¿ahora lo importante es qué vamos a hacer?
Martín: ¿Qué vamos a hacer? Qué van a hacer ustedes más bien.
Nubia: Martín deja de pensar con los pies.
Martín: con los pies es que piensa este muchacho, y ya ves que huele muy mal
Marianita: es un zorrillo pecuecudo asqueroso
Nubia: Mariana… Martín no puedes hablar así, se trata de tu hija y de tu nieto, es un bebé que tiene en su vientre ¿cómo puedes pensar así?
Martín: Pues cómo quieres que piense si este día ha pasado de todo… sabía que esa pinchada de llanta no era un buen augurio, y luego este viene a mi casa orinado y con pecueca, y para rematar diciendo que embarazó a mi hija….
Nubia: Ya Martín cálmate, tenemos que pensar con cabeza fría, estas cosas pueden pasar y esta es otra prueba de Dios.
Martín: Y es que a Dios no le bastó con ponerme a cambiar una llanta de carro en frente de todo el mundo y yo sucio y sudado?
Nubia: Ay ya Martín deja lo de la llanta, tenemos que pensar bien las cosas, ¿ya tus padres lo saben muchacho?
Jose: No señora
Martín: desvergonzado
Marianita: Pecuecudo
Nubia: ¡Mariana por el amor de Dios¡ Hay que avisarles de inmediato, Martín prepara el carro, esta es una situación que debe resolverse entre las dos familias.
Jose: No señora por favor, yo me comprometo a decirle a mis padres, si ustedes van complicarán las cosas.
Martín: Ya vi el carro y la llanta de repuesto esta pinchada también, y ahora no tengo ganas de volver a cambiar la llanta.
Nubia: entonces vamos en taxi.
Martín: yo no voy, eso es un asunto del muchacho, algún día debe tener pantalones para algo.
Marianita: Tiene pantalones para orinárselos
Martin, Nubia y Laura: Mariana cállate.
Nubia: esta bien muchacho, ve a tu casa habla con tus padres…. tu los conoces más que nosotros y sabrás como decírselo, pero si no se lo dices hoy, mañana yo misma iré a tu casa para hablar con ellos así que tienes hasta mañana. Ahora te pido el favor que te vayas que tengo que hablar con mi hija y con mi otra hija, y por favor llévate esos zapatos apestosos de mi casa.
José se marchó de la casa de Laura, las piernas le temblaban, por un lado sintió un alivio pues sintió que las cosas en el primer lado habían salido bien, o por lo menos aún estaba vivo. Pero luego cuando se acercaba a su casa, pensaba en cómo debía decirle tal cosa a sus padres.
Llegó silencioso, su mamá lo esperaba, le dio un beso, y lo condujo hacia la cocina para servirle la cena. La mamá se llama Juana y el padre Pedro.
Juana: ¿Mijo cómo estás? ¿Donde estuviste toda la tarde? Te siento preocupado ¿Qué te preocupa? Cuéntame tu sabes que puedes contar conmigo.
Jose: si mamá tengo un problema y tengo que hablarlo con mi papá y contigo.
Juana: ¿Tan grave es? Ya enseguida llamó a tu papá: Peteeeeeeeeeer
Peter: Ya voy
Enseguida se sentaron los tres en la sala y Jose les dijo:
Jose: mamá papá, sin más rodeo, voy a ser padre y ustedes abuelos
Pedro: ¿Pero cómo? ¿Cuando? ¿Donde? ¿Por qué? ¿En qué momento aprendiste lo de la cigüeña quién te ha quitado la niñez?
Jose: ¡Ay papá, por Dios¡
Juana: Jose…. No esperaba esto de ti, te hemos educado con muchos sacrificios para que seas lo mejor, no es justo que nos hagas esto, no tienes derecho.
Jose: A ustedes no les he hecho nada, se lo hice una mujer. Mamá no puedo echar las cosas para atrás, no puedo cambiar ya lo que hice, ahora tengo que afrontar las cosas y quiero saber si cuento con ustedes para hacerlo.
Pedro: ¿y lo vas a hacer más? Bueno si es cierto pueden hacerlo ya esta embarazada.
Juana: Peter… Jose se refería a afrontar sus responsabilidades no a hacer otras cosas. ¿Y de quién es el hijo?
José: es mío
Juana: Ayyyy si tuyo y de quién más?
Jose: de mi novia Laura
Pedro: Por lo menos no fue con otra
Juana: Pedro por favor. Y ya esta confirmado?
Jose: Si mamá
Pedro: ¡Ese es mi hijo¡, donde pone el ojo, pone la bala
Juana: Pedro… qué es eso? Por eso tu hijo se comporta así
Pedro: Pues se que no fue el ojo lo que puso ni tampoco una bala, ¿verdad campeón? Ja ja
Juana: Esto no es para festejar, tu hijo tiene 17 años, no es profesional y ahora tiene que sostener a su propio hijo, y cómo no trabaja, te toca a ti dar para todos los gastos.
Pedro: Eres un muchacho irresponsable, lo peor de este mundo, no pensaste en nosotros, en el gran problema financiero que se nos viene encima, Ay Dios mío estaremos en la bancarrota.
Juana: Pedro por el amor de Dios madura un poco.
Pedro: Es que no había pensado en el tema económico, no Dios mío tengo dos hijos y ahora un nieto por sostener, la plata no alcanza para tanto. Muchacho si me muero tú eres el culpable.
Juana: Pedro ¡ya esta bueno¡ deja de comportarte como un bebé, el problema no es solo lo económico.
Pedro: ¿ah no? Y a ti que otros problemas se te ocurren, el económico  solamente me da dolor de barriga, para ti es muy fácil, yo soy el que sostengo este hogar…..
Juana: ¡Pedro no más¡ Buscas cualquier motivo para echarte un pedo, eres un cochino. Jose ¿y qué piensas hacer ahora? ¿Ya diste la cara a los padres de Laura? ¿Ya ellos saben?
Jose: Si mamá ya saben, hoy les contamos los dos.
Juana: es el colmo nosotros siempre de últimos, y apuesto a que no pensabas contárnoslo.
Jose: Si mamá, claro pensaba contárselo, pero después de que el bebé haya nacido.
Juana: Qué horror qué falta de confianza en tus padres, qué crees tú que somos?
Pedro: Nos vas a llevar la bancarrota, por qué? Qué daño te he hecho?
Juana: Pedro…. Definitivamente no sirves para nada, siempre te desboronas en estas situaciones tan difíciles.
Jose: Ya mamá, no sabía cómo iban a reaccionar y me daba mucho miedo, aunque ahora siento un gran alivio por habérselo contado, lo único que se, es que me ha cambiado la vida, y ya no puedo retroceder tengo que hacerle frente a todo lo que me viene encima y lo haré pero me gustaría contar con ustedes en todo esto.
Peter: Ese es mi hijo… valiente como su madre gracias a Dios no saliste a mí… verdaderamente te envidio… la vida te esta haciendo crecer muy rápido… no se cómo me creíste el cuento de la cigüeña en año pasado cuando te dije lo de tu hermanita, pero bueno, a mi me tocó enterarme de que no existía cigüeña porque me lo contó tu mamá, para mí fue muy duro, pero al mismo tiempo fue lo mejor que me pudo pasar, y fue saber que yo te hice con todo el amor que le profeso a tu mamá, y no fue que un pajarraco me trajo a un bebé extraño a mi casa. Hijo mío cuenta con mi apoyo, y con este techo, con todo lo que yo pueda darte, solo espero que seas valiente y afrontes todos tus problemas que yo estaré aquí siempre para apoyarte, aunque me vaya para la bancarrota, no mentiras, un hijo es una de las cosas más hermosas que puede tener un hombre. Tú y tu hermana me han dado la felicidad y el sentido que le hacía falta a mi vida.
Juana: Peter… dicen que las personas cambian mucho cuando son abuelos, pero ese cambio en ti ha sido muy extraño. Jose, cuenta conmigo también, aunque no creas que no estoy enfadada contigo por esto, ya hablaremos más adelante y así veremos que vamos a hacer con tu vida, el discurso de tu padre es muy bonito, pero tener tus propios hijos tan joven, no es fácil, la realidad supera la fantasía y la valentía desfallece cuando uno no esta preparado para afrontar un problema como el tuyo.






  

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